viernes, 4 de marzo de 2011

Viaje al centro de la ola


Os dejo por aquí un artículo sacado de El País Semanal (Pablo Guimón, 2009), realmente interesante:

Todo empieza en alta mar, cuando el viento sopla sobre el océano muy lejos de la costa. Un aire que se mueve rápido y constante, durante mucho tiempo, sobre una gran superficie de agua muy profunda. La fricción del viento con la superficie del mar produce ondas que se propagan por el espacio y el tiempo. Una vez puestas en marcha, las olas disipan su energía muy lentamente. De modo que, cuando el viento cesa, viajan durante días y días llegando a miles de kilómetros de distancia del lugar donde se crearon.
En su origen, en Hawai, el surf tenía un componente místico, casi religioso.

"Estar atrapado en una ola que no te deja alcanzar la superficie es angustioso"
"La sensación dentro del tubo es como sentir una tormenta"

Al aproximarse a la costa, cuando se encuentra con fondos menos profundos, la ola rompe. Se hace más vertical, la base ya no puede sostener la cresta, y colapsa. Aquí la tipología es infinita. Depende del fondo. No romperá igual si éste es de arena, de roca o de coral; si es una pendiente empinada, una barra longitudinal, un enorme escalón. También influye el viento que haya en la costa. Lo perfecto: un aire leve que sople de tierra a mar, que levante, alise y ahueque la pared de la ola sin aplastarla.
Todas son distintas, aunque previsibles si uno llega a conocerlas.

Ahí está la gracia.

De ahí la fascinación que ejercen.

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